Trasfondo
Ilwynog nació
en las Tierras de los Valles, concretamente en el Valle de la Daga. Hijo de una
familia humilde de granjeros, creció entre ganado y huertos, como cualquier
valletano de clase social humilde. Creció en el Asentamiento de las Cataratas
de la Daga y cuando tuvo edad suficiente empezó a ayudar a sus padres con los
menesteres de la granja. Cuando cumplió 12 años había escuchado muchas
historias sobre pícaros aventureros, ávidos ladrones capaces de esconderse en
las sombras, de hurtar objetos sin ser siquiera vistos, y otras muchas
historias que hubiesen llenado de júbilo a cualquier infante y hubiesen dado
rienda suelta a cualquier mente infantil.
Le fascinaron
tanto las historias que empezó a perpetrar pequeños hurtos en los negocios
locales. Era una época difícil, ya que los licántropos estaban invadiendo el
Valle de la Daga y la gente estaba pasando necesidad. Pero Ilwynog, ajeno a
todo aquello, se lo tomaba como un juego. Hasta que un día le acusaron de robo
y el Señor del Castillo de la Daga apareció ante la puerta de su casa,
buscándole. Su padre le pidió que se quedara en casa mientras él hablaba con el
Lord del Castillo, y así lo hizo. Pero los espió a hurtadillas, su mente
curiosa no pudo evitarlo. Lo que hoyó no le gustó nada; venían a buscarle, pero
su padre, en un intento de salvar a su hijo, suplicó. El Señor del Castillo de
la Daga le ofreció un trato; Si él luchaba por la causa y servía en el castillo
el resto de su vida, perdonarían al hijo. El padre aceptó y marchó, dejando
lágrimas en su hogar, de su vástago y su consorte. Poco tiempo después hubo una
gran batalla, y el padre de Ilwynog desapareció en el fragor de la misma. Nunca
más se supo de él, y lo dieron por muerto tras un mes de búsqueda.
Pocos meses
después la madre de Ilwynog enfermó de una rara enfermedad degenerativa de
naturaleza desconocida que acabó con su vida en menos de 6 meses. Ilwynog se
encontró solo… Desamparado, sin ningún lugar dónde refugiarse. Acababa de
cumplir los 13 años, y en menos de medio ciclo anual sus padres se habían
esfumado para siempre. Fue acogido por una familia amiga de sus padres, que lo
adoptaron y le dieron la mejor vida que pudieron. Creció hasta cumplir la edad
de 20 años. En todo ese tiempo, había llegado a amar tanto a Kurt, Aline y
Seren (Padre, madre y hermana adoptivos, respectivamente) como a su propia
familia en pocos años. Aún así, los acontecimientos ocurridos a su verdadera
familia lo habían cambiado. Ilwynog se había vuelto distante y frío. En
ocasiones incluso carente de emociones, aunque se esforzaba por demostrárselo a
su nueva familia. Incluso llegó a enamorarse de su hermana adoptiva Seren, pero
su nueva actitud hacia las relaciones sociales hacía que le diesen pánico las
relaciones amorosas, por lo que decidió resignarse y llevarlo por dentro. Seren
nunca lo supo.
Ya mayor, tenía uso de razón… Y por su mente solo pasaban dos cosas; La primera, una enorme culpabilidad que lo atormentaba día y noche por la muerte de su padre. Y la segunda, las historias que había seguido oyendo todos esos años, y que seguían llenándole de pájaros la cabeza. Discutía a menudo con Kurt y Aline, alegando que la vida de pueblerino no era para él. Él quería abandonar el Valle de la Daga… Y un buen día se decidió, y sin pedir perdón ni permiso, dejó una nota, preparó el equipaje y se marchó decidido a abandonar el Valle, quizá para siempre.
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